lunes, 29 de septiembre de 2008

Vinterhalvår

Jag vill bort, bort från det mörker som helt impregnerar min
själ Jag måste nog åka bort, jag tror Det är samma sak, varje år samma sak,
måste jag resa iväg Jag behöver sol

I want to leave, escape from this darkness that soaks my soul,
(I think I really need to leave)
It is the same thing, every year the same thing, I need to get out
I need sun

En sueco lo llaman vinterhalvår, y no es exageración.
No es un país éste especialmente dado a las exageraciones. –Lagom är bäst! me dijo un chico el sabado hablando del monopolio en la venta de alcohol “Systembolaget”. La palabra se oye cada día y no hay una traduccion al ingles o al español que pueda recoger su significado.
Etimologicamente vendría de “lag”, ley, en un sentido por supuesto consuetudinario algo así como un sentido común, que trata de evitar el exceso. Este golden mean aristotelico se vería en el estado de bienestar, su sistema impositivo sueco, sus subsidios, en la política de cuasi-racionamiento del alcohol o en el uso de medios no sangrientos para suicidarse.



Lagom är bäst motherfucker

Hoy hemos estado encerrados media hora en el metro. Un fulano odiaba los lunes aún más que yo. Vinterhalvår ya está aquí.

martes, 2 de septiembre de 2008

San Fermín Apocalíptico II (o cómo quedar a la altura del betún en mis predicciones)

A lo mejor a alguno le ha dado por preguntarse por qué coño no estamos muertos. Las respuestas son varias. Puede que no hayamos estado últimamente por Georgia, la Georgia in the mind del timonel que nos iba a conducir a la perfecta y pura dictadura del proletariado, esa justo que tiene una especie de Cataluña y País Vasco lindando con Rusia, ya digo que una especie de, no sea que los esencialistas, que me pueden comer la polla, se enfaden. Ya digo, ésa, y no la de Cincinatti, lugar aburrido donde los haya (imagino). También puede que no hubiéramos visto la anglosajonada del autobús que se marcaron en la ceremonia de despedida de los Juegos Olímpicos, en la que una tal Lena, o Leona, destrozó el Whole Lotta Love de los Led Zeppelin haciendo gorgoritos. Es lo que tiene que no salga un tío a cantarlo como si le estuvieran agarrando las pelotas con unas tenazas de bricolaje. Aunque hay que decir que, por lo demás, una ceremonia orwellianamente impecable, indistinguibles los miles de figurantes como si de autómatas se tratara, en la que incluso uno se preguntaba si Jackie Chan estaba allí realmente o era un muñeco que con un palo metido por el culo era manejado por otro chino escondido debajo. También habremos tenido la suerte de no viajar en un McDonell-Douglas 82 de Spanair con destino a Canarias y escala entre dos colinas pobladas con escasa vegetación.



El videojuego que arrasa al sur de Osetia del sur (por cierto, impagable toda la galería de fotos de si "el otro bando" hubiese ganado).


Cabe, bien es cierto, otra posibilidad. Quizás fue por consideración, buen gusto, o simplemente para dejarnos disfrutar el último verano, pero lo cierto es que los señores del CERN decidieron (o quién sabe si no lo habían decidido antes de mi aventurado pronóstico) no encender el LHC (que no es cosa de Joaquín Reyes y los de Cuenca, y si no pilláis el chiste no merecéis ser llamados la generación chanante). No me extenderé recordando lo obvio, tan solo apuntar que el Large Hadron Collider (Gran Colisionador de Hadrones) es la mayor máquina y más compleja construida jamás por el hombre, un acelerador de partículas con un recorrido de 27 km que impulsará a grandes velocidades partículas subatómicas para estudiar lo que sale de ahí y encontrar el bosón de Higgs para confirmar o refutar el modelo estándar, y recrear las supuestas condiciones que existieron en el universo unas milésimas de segundo después del Big Bang para seguir avanzando en la búsqueda de esa grandísima paja mental llamada Teoría del Todo que lograría relacionar la mecánica cuántica con la relatividad. Estoy hablando, en resumen, del chisme ese del que dicen que van a salir agujeros negros que se tragarán a la tierra.


Bien, maldita la gracia, pensarán los trabajadores de las distintas nacionalidades del CERN. Han conseguido que el nombre de nuestra amada patria luzca brillante en el estrellato deportivo. Que si la Eurocopa, el Giro, el Tour, el Tenis en general… Tal era la envidia e inquina del mundo hacia nosotros, España, que le quitan la medalla de oro a dos Borjamaris de vela para dársela a dos daneses que no iban ni en su barco, ni con su bandera, y por poco no le ponen un motor a reacción porque el viento no soplaba como a los niños les venía bien. Lo de que los negros de la NBA no pasen los mismos controles antidoping que el resto de mortales es más bien una muestra de confianza: Yo mismo le daría las llaves de mi casa a cualquier habitante del Bronx para que viniera a regarme los geranios y quitara el polvo de las alhajas de plata. In dubio pro reo pensaron en el COI, y si la cacicada de la vela ha colado, por qué no seguir… Y donde fueres haz lo que vieres, y si te acoge una dictadura comunista-capitalista y ni le mentas lo de los derechos humanos, pues qué quieres. También es verdad que quiénes son las segundas del medallero como para ir dando ejemplo de convivencia y libertad. O las terceras. O la puta madre que nos parió a todos.


Y la verdad al final viene a ser lo de menos. Que si la niña que canta no canta de verdad porque la que canta está gorda (osea, lo que viene siendo el playback que hace todo el mundo en todos los escenarios del mundo), que si las niñas de gimnasia artística son de 14 en vez de 16 (¿y quién coño ha tejido nuestra ropa? ¿Profesionales mayores de 25 años con formación universitaria? ¿Acaso nos iba a sorprender eso?). Lo critican los que no necesitan que se les controle los niveles de EPO porque si no no iba a quedar tan bonito el mate con saltito en la canasta, esos que este año han tenido que devolver las medallas de hace cuatro de Marion Jones porque para coger fuerzas no le bastaba con beberse un vaso de horchata. Por lo menos se dignaron a pedir perdón. Pero ya digo, aquí de lo que se trata es de que el regalo quede bien envuelto, y si hay que retrasar ejecuciones o llevarlas lejos de la capital para que no se quede todo perdido de sangre, pues se hace. Que si el avión iba bien pero luego es que no, y luego lo que resulta es que lo iban a cambiar pero que tampoco, pues se hace. Y si hay que llorar porque el hermano mayor de ese pequeñajo al que atacaste te mete los tanques en tu casa, se llora, y no será porque al hermano mayor no le joda, y mucho, que haya una tubería cargadita de oro negro que no pasa por su casa. Lo único importante, chicos, es salir sonriente en la foto y moverse lo menos posible. Puede que por eso a nadie le vaya importar una muestra de sinceridad, pero ahí va: Hasta el corvejón la metí por decir que el LHC lo encendían en San Fermín. Hasta el 10 de Septiembre no se acaba el mundo, muchachos. A ver si me da tiempo a terminarme el Full Metal Alchemist.